viernes, 2 de agosto de 2013

José Antonio Marina, Álvaro Pombo: Aprender a crecer, aprender a crear



El libro que han escrito a dos manos (a tres, mejor, como luego veremos) José Antonio Marina y Álvaro Pombo no es es un manual ni un libro de autoayuda. La creatividad literaria (Ariel, Barcelona, 2013) no enseña técnicas ni trucos para escribir mejor o de más sorprendente manera; es, a su modo, un libro de filosofía. Detrás hay una concepción del hombre y de la realidad que José Antonio Marina ha explicitado en varias de sus obras y que está detrás de las novelas de Álvaro Pombo: “Somos seres híbridos y vivimos a la vez en la realidad fisioquímica y en la realidad interpretada, generada por la experiencia en general, y por la experiencia literaria en particular. Vivimos en los significados que damos a las cosas. La realidad está ahí, resistiéndome, pero yo la humanizo revistiéndola de sentido”. La naturaleza humana es “inevitablemente creadora e inevitablemente utópica”, por eso la creación literaria resulta consustancial a ella.
            Pero el adjetivo empleado –literaria– quizá resulte algo confuso. José Antonio Marina y Álvaro Pombo no lo emplean para referirse solo a la literatura. La experiencia literaria de la que ellos hablan “no solo es anterior a la diferencia en géneros, sino incluso a la separación entre lenguajes científicos y no científicos. Las matemáticas son un lenguaje, y la física, y la filosofía, y la poesía, y la narrativa, y la autobiografía, y el periodismo. Todos ellos son modos de interpretar la realidad para que alguien la entienda o la sienta o la cambie”.
            En la base de esta concepción está Heidegger, muy citado, y está también Ortega, de quien Marina toma su apuesta por la pedagogía y por la claridad. La creatividad literaria, aunque no trate solo de literatura, intenta ser, antes que nada, literatura. Una parte del libro está escrito en forma de diálogo entre los dos autores y el resto queda a cargo, como en las novelas tradicionales, de un narrador omnisciente que, copiando el comienzo de Moby-Dick (“Call me Ishmael”) pide que le llamemos Ismael.
            A Marina y a Pombo les separan tantas cosas como les unen, y por eso su diálogo resulta tan enriquecedor. Los dos nacieron en 1939, fueron compañeros de estudios, publicaron sus primeros escritos en las mismas revistas. Los dos se interesaron por la filosofía, tuvieron un largo periodo de laboriosa oscuridad, para triunfar luego en campos distintos: el ensayismo, la novela.
            Las referencias autobiográficas (referidas siempre a la biografía intelectual) llenan buena parte de las páginas de La creatividad literaria, y no las menos valiosas. Álvaro Pombo comenzó su trayectoria como poeta y, a pesar de que el éxito le vino como prolífico narrador, sigue considerándose como tal. Y sin duda lo es, en el sentido amplio del término, pero no en el más restringido: la poesía en verso de Álvaro Pombo tiene escaso interés y las continuas referencias a ella lastran un tanto el volumen (véase, al respecto, el inane comentario de un verso no menos inane: “la luna resbala sobre la superficie continua de las piedras amigables”).
            La ebriedad y la vaguedad poéticas, que tanto gustan a Pombo, le resultan bastante ajenas a Marina, que prefiere la racionalidad y la lucidez al “desarreglo de los sentidos” que preconizaba Rimbaud: “Tal vez por mi profesión de educador, siempre me ha irritado esta idea de Rimbaud, que forma parte de una ideología, de una ‘concepción patológica de la creatividad literaria’. Si eres ‘normal’ no tienes nada que hacer”.
            Para José Antonio Marina, buena parte de la poesía moderna, la que se inicia con Baudelaire, ha confundido lo “anormal estadístico” con lo “anormal patológico”: “Sin duda, un genio artístico es estadísticamente anormal. Y también lo es un campeón olímpico. Pero pasar de ahí a un elogio creativo de la locura, o de las drogas, me parece un disparate”.
            No importa que no estemos de acuerdo con alguna que otra de las ideas (o de las ocurrencias) de estos dos amenos interlocutores. Siempre resulta útil escucharlos, siempre nos hacen pensar, aunque sea a la contra, que no es la manera menos provechosa.
            Hombres de su tiempo, que ya no es enteramente el nuestro, nos sorprende la frecuencia con que citan admirativamente a Umbral, un autor que deslumbró a buena parte de sus contemporáneos, pero del que ahora nos llegan más las sombras que las luces. Ninguna de las frases suyas que reproducen resulta particularmente brillante. Y nos hacen sonreír cuando ejemplifican con él al periodista “informativo, concienzudo, verdadero, riguroso” que además tiene un estilo inconfundible. ¿Riguroso Umbral? Vale como oxímoron, junto a los clásicos fuego helado o nieve ardiente.
            Nos sorprende también que, continuando la serie iniciada por Rilke con sus Cartas a un joven poeta y por Vargas Llosa con sus Cartas a un joven novelista, terminen el volumen con una “Carta a un joven escritor (de cualquier edad)” y no hagan ninguna referencia a las escritoras que no se sienten ya, diga lo que diga la gramática, aludidas por ese título ni por el “querido amigo” inicial.
            No somos plenamente humanos si no somos creativos, y la creatividad no es un don que unos tienen y otros no, sino una capacidad que para su pleno desarrollo necesita un adecuado entrenamiento. Este libro nos hace consciente de ello. No nos enseña a ser geniales, pero sí que depende fundamentalmente de nosotros el que lleguemos a ser lo mejor que podemos llegar a ser.

15 comentarios:

  1. Pese a que don Álvaro diga lo contrario, en el significado de las cosas no se vive. Observando a los animales, salta a la vista que nuestras limitaciones vienen impuestas por dos características de nuestra supuesta superioridad sobre ellos: somos racionales y nuestras palabras significan. Esto, que como digo nos hace, si no más superiores, sí más curiosos o interesantes, puede limitarnos. Ninguna mariposa necesita decir "a volar" para volar, ni necesita pensarlo racionalmente. Para ella, el vuelo y el ser son una misma cosa. Por tanto, la mariposa es, sino superior, sí más libre. Si creemos estar viviendo en los significados vivimos en la separación entre la palabra y la cosa. Pero cuando rompemos esa separación sí que habremos llegado a ser, seguramente, lo mejor que podemos llegar a ser, aunque no tengamos la llamativa apariencia de las mariposas o los gatos. En fin, una suerte de pensamiento a la contra.

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  2. Ruego se vea la mariposa como ejemplo de especie no humana. El comentador sabe que no es un insecto y no un animal.
    En relación al "desarreglo de los sentidos" rimbaudiano, otro pensamiento a la contra: hay que arreglar los sentidos, esto es, perfeccionarlos, potenciarlos al máximo. Siempre he visto en Rimbaud ese algo irritante propio de los poetas que escriben manifiestos: encuentro en él más pretensiones y ganas de llamar la atención que verdadero valor poético. Me gusta que los poetas sean originales, pero a la vez es querible que sean humildes. Ejemplo de Francia, uno que me gusta más que Rimbaud: Pierre Reverdy.




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  3. Caray. Corrijo errata: "El comentador sabe que es un insecto y no un animal".
    Hace años leí unos cuantos libros, uno tras otro, de José Antonio Marina. No está mal lo que hace ese señor. No lo emparentaba yo con Álvaro Pombo, de cuya poesía sólo he leído un libro que, efectivamente, no me resultó demasiado interesante. Pero nunca se sabe; igual me sorprende un día de estos.

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  4. ¿Los insectos no son animales? Primera noticia.

    JLGM

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  5. Más de Rimbaud, que me apetece: si le quitamos la aventura con Verlaine (al que prefiero entre ambos) y las cartas donde dice aquello de que trabaja para hacerse vidente, ¿qué queda de él? Algún poema, pero no más que tuyos o de otros. Estas cosas, en verdad, son así. No soy yo quien dice que sean así, sino que ellas mismas lo dejan claro. Y no percibirlas habla de algún desarreglo en los sentidos.
    No sé. Ya que nunca tendré la genial idea de escribir nuevas Cartas a un joven poeta, si algún día soy padre y mi hijo quiere ser poeta, una de las cosas que le diré es que no juegue a ser Rimbaud. Le diré que sea el mejor, como el mejor será su padre en su momento.

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  6. Bueno, son animales invertebrados. Pero lo digo porque mucha gente piensa que una cosa son los animales y otra los insectos.

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  7. Para que nos entendamos, ¿los seres humanos no son animales? Noticia: nos referimos a ellos como personas, como mujeres o como hombres, pero poquísimas veces señalando su naturaleza animal. Con los insectos suele hacerse lo mismo: no se suele hablar de ellos como animales. No te extrañe que algún lector de este blog descubra, gracias a estos comentarios, que los insectos son animales invertebrados.
    No obstante, ahí has demostrado mantenerte en buena forma. Siempre atento a cualquier falta de rigor de tu "rival", que mira que dice cosas inteligentes, pues por algo es superdotado.

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  8. los libros de Marina son mejpres cuando los escribe el solo.

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  9. EN La Universidad de UCLA han gastado mucho para el estudio de la mosca del vinagre , con la que estamos unidos molecularmente . De hecho los machos se emborrachan cuando son rechazados por una hembra .

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  10. Lo siento pero a Pombo no lo he leído. A Marina sí, casi todos sus ensayos y en especiale gustó La inteligemcia fracasada. Recuerdo esa frase que sintetiza la idea de la obra: Quiem se equivoca en los fines, se equovoca en todo.
    .
    Perdón por las erratas. Escribo con teclado tactil y es terrible

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  11. En la foto asoma un libro de Siltolá que me parece que es El ángel fumador, de Laura Campmany. Me pareció uno de los mejores libros de poesía que he leído últimamente. Si lo ha leído, ¿qué le pareció?

    Gracias.
    Emilio R.

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  12. Efectivamente, se trata de ese libro. Y lo dejé para más tarde y aún no lo he leído con atención. Lo haré motivado por tus palabras.

    JLGM

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  14. Ah, estupendo, ahora resulta que ante un "Querido amigo" o "Carta a un joven escritor" en un libro las mujeres quedamos excluidas automáticamente. Primera noticia. Por lo visto ahora hay que leer con los genitales.

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